Nana Viudes

Bello camino de pétalos que dibujan verbos…©Nana Viudes Dulce aroma que envuelve…

Carta jamás enviada.

"Cada suave brisa fresca que arrastra la madrugada me hace temblar, buscando tu cuerpo en la cama, tu pecho pegado a mi espalda y una segunda almohada vacía me devuelve la mirada. Donde antes tú dormías, ahora ya no queda nada.

Levanto mi cuerpo de entre las sábanas, hecho de cristales rotos que dejaron tus últimas palabras, arrastro mis pies con fuerzas que ya no sé tener y respiro tu olvido, mientras mis recuerdos me arañan la piel.

Mi pecho desprotegido añora tus manos que con delicadeza lo acariciaban. Mis piernas dejaron de flaquear por placer para tiritar de soledad, mis ojos dejaron de mirar con claridad y ahora se nublan con lágrimas cada mañana, bañando mi cara con la desesperanza, con la rabia de querer olvidarte y la necesidad de desaparecer donde tu recuerdo no pueda encontrarme.

Te perdiste en las noches oscuras, en el último aliento de mi boca en tu cuerpo, me dejaste desordenada por dentro, llevándote contigo los suspiros de tantos encuentros que ahora ya no tienen sentido. Me obligaste a decir adiós, dejando aquel anillo en flor sobre la mesa, que cada día me observa desperdiciando llantos y murmullos que vocalizo para que tú vuelvas..."

(Autora del texto: ©Nana Viudes)

                                                  (Para ti; mi agradecimiento...)