Lo asimilamos como algo natural e inexorable, pero encierra tantos misterios como definiciones e interpretaciones.
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“El tiempo es, en sentido general, una magnitud física que se utiliza para medir la duración, simultaneidad y separación de los hechos y acontecimientos. Esto permite ordenar acontecimientos en una secuencia, de la que se desprenden las nociones de pasado, futuro y presente.
Ya sea desde la filosofía, la física, la mecánica cuántica o la teoría de la relatividad, resulta problemático dar con una respuesta única sobre qué es el tiempo y cuáles son sus propiedades y su relación con el espacio.
Desde la
física, es posible definir al tiempo como la
separación de los acontecimientos que son sometidos al cambio. Es también
comprendido como un flujo de sucesos.
De esta manera, los acontecimientos son organizados en
secuencias que determinan su pertenencia al tiempo pasado, presente y futuro.
El Sistema Internacional de Unidades determinó al segundo (S)
como la unidad básica del tiempo. Esta determinación constituye el punto común
entre las distintas concepciones del tiempo:
Mecánica clásica. Considera al tiempo como una magnitud
absoluta, idéntica para todos los observadores. De ella se desprende la
clasificación en (1) los eventos pasados, (2) el presente como punto de vista
de observación, y (3) los eventos futuros.
Mecánica relativista. Para la mecánica relativista el tiempo es relativo. Esto significa que los valores de tiempo pueden variar según quién sea el observador, el sistema de referencia que se utilice y el punto en el que se encuentre. Puede ocurrir que para dos observadores, dos eventos A y B se den en simultáneo o uno antes que otro, según su posición y su sistema de referencia.
Para la
filosofía, el tiempo
es uno sus los ejes centrales. Desde la Antigüedad hasta el día de hoy,
distintos filósofos y pensadores se preguntaron por la naturaleza del tiempo,
si es algo real, si es medible, si podemos conocerlo o incluso si se puede
hablar del tiempo, exista o no.
Las investigaciones filosóficas respecto al tiempo suelen
abordar su objeto de estudio en relación al espacio. Entre sus puntos de
discusión, podemos distinguir las siguientes cuestiones:
La autonomía ontológica
del tiempo respecto a la mente.
La posibilidad de que el
tiempo exista independientemente al espacio.
La dificultad para
explicar el tiempo de manera lineal.
La existencia de
dimensiones del tiempo distintas al presente (pasado y futuro).
El cambio de estado de
un objeto dado en el espacio-tiempo.
Actualmente existen distintas posturas filosóficas en lo que respecta al tiempo. Entre las distintas respuestas a estas inquietudes, cabe destacar las ideas canónicas de algunos filósofos históricos:
Aristóteles. Relaciona el tiempo con el
movimiento, tal como en la física. Define al tiempo como aquella medida del
movimiento en relación a lo precedido y lo sucedido.
San Agustín. Relaciona el tiempo con el alma. Esto
se debe a que el pasado es algo que ya no existe, el futuro algo que vendrá y
el presente se escurre, transformándose en un recuerdo, que al ser parte de la
memoria, se ubica en el alma.
Immanuel
Kant. Relaciona el tiempo con la
sensibilidad. En el sistema kantiano, espacio y tiempo son formas de la
sensibilidad: recibimos la información que los objetos nos dan como algo
espaciotemporal. Sin ser algo en sí, tiempo y espacio son solo formas, canales,
filtros.
Para
Nietzsche el tiempo es una serie infinita de
cíclicos períodos idénticos. Por ello, y pese a una muy extendida
interpretación, es preciso concluir que la hipótesis nietzscheana del eterno
retorno es incompatible con una concepción circular del tiempo.
Según Heidegger, la temporalidad es una unidad en la cual el pasado, el presente y el futuro no son momentos diferentes, sino que se encuentran como éxtasis (salidas de sí mismo) esencialmente entrelazados.
La ciencia y la filosofía son las disciplinas que más trabajaron al tiempo, pero también otras ramas de las ciencias meditan la cuestión. La teología, la política o la sociología abordan al tiempo desde su particular enfoque.
Por último, podemos mencionar otra acepción de tiempo, que es la referida al tiempo atmosférico: el estado de la atmósfera en un momento y lugar determinados”.
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No deja de ser verdaderamente fascinante escudriñar entre cada una de esas posturas que lo definen para seguir aprendiendo sobre tantos de los misterios de la vida y el universo; pero lo que sí sabemos con total seguridad, es que es sumamente valioso y que, desde nuestra manera de entenderlo, es aquel que nos recuerda a lo largo de nuestra existencia que nuestro viaje va consumiendo ese tiempo predestinado, sin tener muy claro si acabará para siempre, o se alargará, quizás, en otra dimensión; forma o estado…
Pues vamos a dedicar
nuestro tiempo al tiempo en este reto de mayo.
Lo haremos eligiendo una de las dos posturas: filosofía o física.
Desarrollaremos una situación en la que, éste, sea el eje del relato o del
poema (en el formato que deseéis); y, como ya sabéis, nos inspiraremos en una
de las siguientes imágenes del ilustrador, Tom Bagshaw. Sus obras, de estilo digital
y fotorrealismo, exploran temas sobre la fantasía y el misticismo.
"La belleza
femenina juega un papel importante en mi trabajo, pero nunca son frágiles damiselas
en apuros. La mayoría de las veces son personajes fuertes e intrigantes, con un
aire de misterio”.
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ABIERTO”
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Este mes:"Un café con micro"